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En ocasiones desconocemos lo que tenemos más cerca. Marruecos es un país vecino con fuertes vínculos históricos con España y con el que compartimos fronteras terrestres en las ciudades de Ceuta y Melilla. Y aun así sigue siendo un gran desconocido. Existe una gran oferta de escapadas de fin de semana (y también de larga duración) a los mejores destinos turísticos de Marruecos, con un precio al alcance de todos los bolsillos, especialmente cuando se trata de ofertas de última hora. Un viaje a este país norteafricano pone a tu alcance un gran número de exóticas experiencias. El patrimonio natural y cultural de nuestro vecino es espectacular, y por sus tierras podrás admirar los más diversos paisajes (desiertos, palmerales, playas, la cordillera del Atlas…), así como una arquitectura única repleta de mezquitas y suntuosos palacios que parecen sacados de los inmortales cuentos de Las mil y una noches. A continuación te mostramos algunas de las mejores ciudades marroquíes a las que te puedes escapar y donde alojarte en algún exótico hotel desde el que emprender tus excursiones a algunos de los lugares más fascinantes que hayas visto en tu vida.

Marrakech

Situada a los pies de la cordillera del Atlas y con una población de más de un millón y medio de habitantes, Marrakech es una de las 4 ciudades imperiales de Marruecos (junto a Rabat, Fez y Mequinez). Entre su legado cultural puedes encontrar numerosos monumentos catalogados como Patrimonio de la Humanidad. El zoco de la ciudad es el más grande de Marruecos, un fantástico lugar para ir de shopping y ejercitar el viejo arte del regateo. El centro neurálgico de Marrakech es la plaza Djemaa el Fna, siempre concurrida y animada por músicos, bailarines, acróbatas y todo tipo de artistas. Un lugar excepcional para saborear lo mejor de la gastronomía local en sus muchos puestos de comida. Aquí podrás admirar también la impresionante mezquita de Koutoubia, cuya arquitectura recuerda mucho a nuestra Giralda de Sevilla.

Fez

Ciudad situada en el noroeste del país y que es considerada la capital cultural del mismo. Lo más llamativo de esta localidad es su medina (nombre que reciben los barrios antiguos de las ciudades musulmanas), llamada Fes El Bali, con un estilo medieval y unos zocos y bazares llenos de vida. Además de la medina, que es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1981, Fez cuenta con numerosos lugares que no debes dejar de visitar durante tu viaje a Marruecos, como los museos del palacio Batha y Nejjarine, las mezquitas de Ech-Cherabliyyîn y de los andaluces o las madrazas de Bou Inania y Es-Sahrij.

Chaouen

Para muchos la ciudad más bonita de Marruecos, Chaouen se encuentra a los pies de las montañas del Rif y tiene como característica más llamativa la fuerte presencia del color azul en sus calles y casas, lo que le ha valido el sobrenombre de “Ciudad Azul”. Como ocurre con la mayor parte de las ciudades musulmanas, su medina es uno de los lugares con más encanto. Otros puntos de la ciudad de gran interés son la Gran Mezquita y la Alcazaba. No dejes tampoco de admirar los muchos lavaderos de Chaouen.

Tánger

Situada en el norte de Marruecos, la fantástica medina de Tánger, enclavada en la ladera los cerros de la ciudad, alberga interesantes edificios, como el Palacio Dar el Makhzen. También tiene un gran interés arquitectónico y cultural el Museo del Consulado Estadounidense, construido en el año 1821 en un exótico estilo morisco. Tánger es un magnífico destino para una escapada por sus playas, su excelente infraestructura turística y la hirviente animación de sus calles, especialmente en bazares como el Grand Sokko.

Tetuán

También en el norte del país, Tetuán se encuentra muy cerca de Ceuta y de Tánger, Es la localidad de Marruecos que cuenta con unos rasgos andalusíes más marcados. La medina de Tetuán es uno de los lugares que hay que visitar. Allí disfrutarás del más genuino ambiente de la ciudad, con un gran bullicio, unos intensos olores y numerosos puestos de comerciantes y artesanos. Fuera de la medina también tienes un montón de visitas que realizar, como la Plaza Moulay El Mehdi, el Mercado de Abastos y el Palacio Real, lugar en el que el monarca marroquí reside durante el verano. Mención aparte merece el Ensanche Español, uno de los centros neurálgicos de la ciudad y en el que es evidente la influencia española de los tiempos en los que Tetuán era un protectorado español entre los años 1913 y 1956. Como reflejaba el título de una película: Tan cerca, tan lejos, Marruecos sigue siendo un misterio para una buena parte de los españoles, pero siempre es un buen momento para descubrir este maravilloso país. La oferta de viajes es tan amplia y económica que merece la pena ir haciendo el petate.